"Se llaman a sí mismos normales los que no quieren enterarse, los que no quieren ver, los que no quieren pensar en nada más que en lo que les han dado, que en el modo heredado.
Estos seres, en el fondo, no son normales, son autómatas del sistema y carceleros de los que suspiran por la libertad, por ser libres en un mundo plagado de invisibles cadenas.
Se llaman a sí mismos normales los que no miran, los que no atienden, los que solo actúan según el modo establecido, según el patrón imperante o prescrito.
Cuídate de ellos si suspiras por una cierta libertad, porque son en el fondo peligrosos, son como lobos con piel de cordero, sierpes disfrazadas de bellos muñecos para niños.
Este mundo parece muy normal, muy correcto, pero es, de hecho, una gran anormalidad, una tremenda incorrección.
Los sabios saben, los sabios entienden que el ser humano está aquí para crecer en consciencia y que, cuando no lo hace, degenera de sí mismo y se transforma en eso, en autómata, en guardián del sistema para que nadie haga nada ni aspire realmente a nada más que a lo común, para que nada se mueva, para que no puedan haber seres libres, seres sabios."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: globalasia.com)
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