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"Me miras altiva con una sonrisa hueca, de cristal. Frágil como ese mismo ajuar de cristales resuelves que eres un ser normal, en paz por dentro y por fuera aunque no lo estés. Por fuera te vistes de alguien. Por dentro, sin embargo, la guerra te habita, de continuo.
Me miras, y te digo que no soy lo que crees que soy. Miras mi exterior y te quedas ahí, te equivocas; miras mi apariencia corporal, personal y eso no es nada. Lo que realmente cuenta lo llevo dentro, siempre, cada día más amplio, más vasto, más potente, más imperecedero.
El sabio no trabaja para un exterior. No construye para un exterior, para un decorado, para una representación.
El sabio se ancla en lo interno y desde ahí, simplemente se proyecta, como las joyas lanzan sus destellos, o como el mismo Sol deja ir sus rayos expandiendo a la vez calor.
No soy lo que crees. Nunca lo he sido y, probablemente, nunca lo seré. Mi universo es interno e incluye lo externo. Está conectado con el Cosmos, con la Totalidad, con lo divino, en el aquí y ahora."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: roberthold.see.me FB)
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