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"Sin saberlo, cada viaje que hago, sea a este o a aquel otro país, sea para descubrir una playa perdida o una montaña o una cueva o un grupo de templos casi abandonados o ganados por la selva, o gente diferente hablando distinto, o descubriendo paisajes con olores nuevos, con energías diferentes... Sí, sin saberlo, no estoy haciendo otra cosa que buscarme a mí mismo, que perseguirme sin saberlo. Y por ello me miro en la cara de la gente que encuentro en la ruta; me indago en sus rasgos, por si detrás de ellos estoy presente de alguna forma, o me miro simplemente detrás de las piedras o tras las sombras o en aquel rincón perfecto que encuentras un día por bendita causalidad. Soy lelo y no lo entiendo muy bien, pero funciona un poco o mucho así:
En el fondo, todo viaje es la búsqueda de uno mismo, de las propias respuestas.
En el fondo, todo viaje es la búsqueda de uno mismo, de las propias respuestas.
Siento un impulso de raíz intestina que me motiva a no estarme quieto mucho tiempo en un mismo lugar, a ir a este y aquel otro sitio, a perseguir algo de índole invisible, quizá imposible, o tal vez no.
Me entero poco o casi nada con mis andanzas de eso, de que el verdadero viaje va por otro lado, por otra ruta, que ha de ser de otra pasta o significación el cariz de los movimientos; que no es en definitiva hacia fuera hacia donde han de ser dirigidos los pasos, sino hacia dentro de uno mismo. Sí me entero poco.
El viaje, el que sea, es siempre un viaje de autodescubrimiento en pos de íntimas respuestas, en busca de desvelar el misterio que uno parece ser.
En algún lugar ha de estar escrito el porqué a que se esté aquí, en este mundo, viajando un tanto lelo, buscando."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: taringa.net)
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