Eso hago, porque encuentro en ellas Luz y esperanza.
En medio de todo el lío que me rodea, en medio de toda la noche que me envuelve, consigo ver en las estrellas un pedazo de real claridad, una certidumbre entre tanta tontería.
Si dieran un premio a los tontos (creo que en el fondo lo dan, cada día), el Universo estaría plagado de ellos; pero, por suerte, aún queda cordura en alguna parte, aunque sea ahí lejos, en las estrellas.
Miro las estrellas. Con la meditación me uno a ellas, y me susurran canciones de Luz, sintonías imposibles para la generalidad de individuos de esta Tierra.
Miro a las estrellas y el corazón me late de un modo muy especial; entonces la limpieza impera a mi alrededor, aunque ande entre estercoleros y cacas de perro.
No sé, no sé. Todos necesitamos un refugio: la susodicha tontería, tal religión que nos come el coco, ese auto nuevo a tutiplén, ese propósito de escalar tal cumbre o de circundar el globo, esa mujer o ese hombre tan lindos, esa meta laboral... o, sencillamente, mirar a las estrellas para sacar un poco la cabeza del agua que nos confunde y que incluso termina al final ahogándonos de una manera u otra.
No sé, no sé.
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: Karabo Mooki. See.Me)
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