"Le dije al ocupado:
En realidad no estás ocupado, estás huyendo.
Le dije al activo, al profesional que dedica horas y horas a su profesión:
No estás haciendo cosas, estás huyendo.
Le dije a la ama de casa, afanada en sus labores, en llevar adelante a su familia:
De hecho, no estás haciendo mucha labor, porque estás huyendo.
Les dije a las personas distraídas en música, en viajar, en tomar el sol sin otra meta:
Huyes, huyes y huyes.
Le dije al agricultor, que recorría diariamente en el tractor hectáreas y hectáreas labrando y faenando sus tierras:
¿Y todo para qué? Huyes sin saber.
No he hecho muchos amigos ciertamente en esta vida por decir estas cosas; quizá porque decir estas cosas no suena bien, no suena para nada bien.
Suena mejor que te aplaudan, que sonrían tus afanes, tus luchas, que edulcoren tu senda justificándola. Pero nada de eso tiene sentido a la postre y en el fondo de tu alma lo sabes, lo sabes bien. Por eso huyes, por eso no dejas de hacerlo, porque parece resultar más fácil, más sencillo."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: rafadorta.blogspot.com)
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