"Cada día aspiro a tener una mente lo más abierta posible, lo menos sujeta posible, lo menos condicionada por falsos parámetros heredados.
Cada día aspiro a ser más libre en lo interno. Lo exterior es poco más que apariencias en suma; no cuenta mucho en realidad.
Cada día me ejercito en el sano juego de despertar, de salir del sueño, de abandonar la noche.
Cada día me agarro a la simple esperanza del sano aprendizaje, del borrar fronteras, del poner a la mente vieja en su justa posición, para que aprenda, para que deje a su vez atrás lo nocturno.
Cada día comprendo más que el único camino que acaba contando a la postre es el que está dentro, que la única inteligencia adecuada es la que termina por dirigir hacia el conocimiento del ser y que prácticamente los únicos movimientos acertados en la ruta son los que conducen hacia la esencia, hacia lo puro, hacia la limpieza del alma.
¿Soy raro? Poned, cuando este cuerpo muera, su ejemplo en un museo. Quizá en la chapita de abajo del espécimen figure escrito: "Lo que no hay que hacer", y luego unas risas, y a seguir con la 'sana' comedia, con el modo más extendido, con lo común."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: proel.org)
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