"Instaurada en el planeta Tierra, existía una "dictadura de la ignorancia". No una de ignorancia de saberes escolares o universitarios, sino de conocimiento propio del ser.
Tal dictadura funcionaba en los países grandes y también en los chicos, entre la gente con posibles y apoyos y entre los que 'carecían' de medios y sostén.
A este estado de cosas se le denominaba "lo normal" y era promovido por todas las vías naturales y posibles. Así, no era de extrañar ver a los seres humanos del planeta Tierra inmersos en una especie de rueda, de especial modo, en una extendida idiosincrasia ampliamente aceptada.
Ahí, en tal mundo terrícola, la lógica que funcionaba era "ego-mente-dinero". Dentro de tales parámetros se regía el funcionar de las leyes, de los gobiernos y de los individuos. Fuera de tales parámetros, no parecía existir vida en absoluto; por ello, la mayoría de seres humanos 'funcionaba' circunscrita a tal "redil", a tal sistema aparentemente cómodo y seguro de actuar en la vida en este planeta.
En medio de todo esto, solo pocos de los humanos 'crecían' en discernimiento y, 'separándose' relativamente de ese "juego establecido", 'lograban' razonar mínimamente; entonces 'sus' ojos conseguían a la postre abrirse y tales seres lograban 'despertar', 'alzándose' a lo último por encima del juego "ego-mente-dinero". Sin saberlo, sin haberlo pretendido o pretendiéndolo, 'eran' ahora seres libres, aún continuando inmersos, como medio, en la "dictadura de la ignorancia" que funcionaba con rigor y testarudez en el amplio planeta.
Conscientes tales seres, cada vez más conscientes, 'fueron' creciendo y 'desarrollándose' en sabiduría, comprendiendo, en el camino de 'su' crecimiento, que tal era el fin real de la existencia en el planeta, el motivo lógico de estar vivos en él: crecer en sabiduría, despertar en consciencia.
Atrás quedó, para ellos, el "juego" carcelario de "ego-mente-dinero". Ahora 'actuaban' como seres libres entre todo eso, promoviendo en lo posible lo que 'sabían', compartiéndolo, compartiendo la luz que 'albergaban'.
Algunos de esos seres 'fueron' llamados dioses o hijos de lo divino por la gente común. No 'fueron', de hecho, tal cosa, solo se trataba de seres que 'despertaron' del sueño "establecido" y que 'alcanzaron' finalmente la libertad y realización en medio del "juego carcelario" del existir, en medio de tal juego o sistema de cosas."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: curiosoando.com)
Tal dictadura funcionaba en los países grandes y también en los chicos, entre la gente con posibles y apoyos y entre los que 'carecían' de medios y sostén.
A este estado de cosas se le denominaba "lo normal" y era promovido por todas las vías naturales y posibles. Así, no era de extrañar ver a los seres humanos del planeta Tierra inmersos en una especie de rueda, de especial modo, en una extendida idiosincrasia ampliamente aceptada.
Ahí, en tal mundo terrícola, la lógica que funcionaba era "ego-mente-dinero". Dentro de tales parámetros se regía el funcionar de las leyes, de los gobiernos y de los individuos. Fuera de tales parámetros, no parecía existir vida en absoluto; por ello, la mayoría de seres humanos 'funcionaba' circunscrita a tal "redil", a tal sistema aparentemente cómodo y seguro de actuar en la vida en este planeta.
En medio de todo esto, solo pocos de los humanos 'crecían' en discernimiento y, 'separándose' relativamente de ese "juego establecido", 'lograban' razonar mínimamente; entonces 'sus' ojos conseguían a la postre abrirse y tales seres lograban 'despertar', 'alzándose' a lo último por encima del juego "ego-mente-dinero". Sin saberlo, sin haberlo pretendido o pretendiéndolo, 'eran' ahora seres libres, aún continuando inmersos, como medio, en la "dictadura de la ignorancia" que funcionaba con rigor y testarudez en el amplio planeta.
Conscientes tales seres, cada vez más conscientes, 'fueron' creciendo y 'desarrollándose' en sabiduría, comprendiendo, en el camino de 'su' crecimiento, que tal era el fin real de la existencia en el planeta, el motivo lógico de estar vivos en él: crecer en sabiduría, despertar en consciencia.
Atrás quedó, para ellos, el "juego" carcelario de "ego-mente-dinero". Ahora 'actuaban' como seres libres entre todo eso, promoviendo en lo posible lo que 'sabían', compartiéndolo, compartiendo la luz que 'albergaban'.
Algunos de esos seres 'fueron' llamados dioses o hijos de lo divino por la gente común. No 'fueron', de hecho, tal cosa, solo se trataba de seres que 'despertaron' del sueño "establecido" y que 'alcanzaron' finalmente la libertad y realización en medio del "juego carcelario" del existir, en medio de tal juego o sistema de cosas."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: curiosoando.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario