"'Desconfía' de la multitudes, 'dijo' el maestro. La multitud, por norma, se equivoca siempre. Se deja llevar por la mente, y nada más cómodo para la mente que fluir en la corriente común, en lo que hay, en lo que ya está hecho.
'Recuerda', amigo, amiga, como está, nunca suele ser el fin verdadero. Lo extendido, lo aceptado, lo aplaudido, lo es porque se mantiene, en realidad, dentro de ese cauce de la multitud, en esa corriente que, en definitiva, no suele llevar a ninguna parte.
No es fácil ver esto, darse cuenta, nada fácil. Es más sencillo 'dejarse' llevar por lo somero, por lo que ya está ahí y correr hacia donde 'parece' correr la mayoría de personas, sin 'hacerse' muchos planteamientos o casi sin 'hacerse' ninguno realmente.
La ruta del sabio, amigo, amiga, se aparta de la de la multitud. Toma aire, respira en los espacios abiertos, naturales, y ahí se reencuentra con cosas verdaderamente sólidas, con aguas que logran saciar la sed; ahora sí.
La ruta del sabio, amigo, amiga, es la del reencuentro con 'uno mismo'; no es la de la huida, la de la desbandada, aunque ésta se haga arropado por multitud de otros que 'hacen' algo muy parecido: huir, aunque sea aplaudiendo en un estadio o en un teatro o comiendo palomitas sin más viendo una televisión que, la mayoría de las veces, aliena, aunque el telespectador no llegue a 'enterarse', aunque el telespectador no llegue a enterarse."
'Recuerda', amigo, amiga, como está, nunca suele ser el fin verdadero. Lo extendido, lo aceptado, lo aplaudido, lo es porque se mantiene, en realidad, dentro de ese cauce de la multitud, en esa corriente que, en definitiva, no suele llevar a ninguna parte.
No es fácil ver esto, darse cuenta, nada fácil. Es más sencillo 'dejarse' llevar por lo somero, por lo que ya está ahí y correr hacia donde 'parece' correr la mayoría de personas, sin 'hacerse' muchos planteamientos o casi sin 'hacerse' ninguno realmente.
La ruta del sabio, amigo, amiga, se aparta de la de la multitud. Toma aire, respira en los espacios abiertos, naturales, y ahí se reencuentra con cosas verdaderamente sólidas, con aguas que logran saciar la sed; ahora sí.
La ruta del sabio, amigo, amiga, es la del reencuentro con 'uno mismo'; no es la de la huida, la de la desbandada, aunque ésta se haga arropado por multitud de otros que 'hacen' algo muy parecido: huir, aunque sea aplaudiendo en un estadio o en un teatro o comiendo palomitas sin más viendo una televisión que, la mayoría de las veces, aliena, aunque el telespectador no llegue a 'enterarse', aunque el telespectador no llegue a enterarse."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: footage.framepool.com)
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