"No hacia afuera. No hacia lo que se ve. No hacia lo que parece representar. Las vidas vacías se muestran de cara hacia dentro, hacia donde pocos parecen mirar.
Ahí, dentro, está lo oscuro, el misterio, lo que más miedo da. Y, sin embargo, acompaña siempre a cada ser, como el más solícito de los amigos.
Muchas veces, muchas, la necesidad de actividad exterior, de hacer esto o lo otro, de evadirse en suma, no es más que mera y tácita escapada; un impulso a huir del silencio interno o de las voces que desde ahí claman.
Parece ser más fácil, siempre, la marcha hacia fuera, hacia el no pensar, hacia el simple actuar no más, sin mayores complicaciones.
Nos pasamos la vida haciendo en realidad tal cosa, huyendo, huyendo y poniendo un precinto a la puerta de acceso a nuestro interior, para que nunca osemos traspasarla.
Es una cuestión de educación, nada más. Esta sociedad no prepara a las personas para lo interno, para que se conozcan; prepara más bien para lo externo, para lo de afuera, para lo que se ve con los ojos, no para lo que se halla dentro, no para lo que realmente, al cabo, cuenta.
Por todo ello, andamos con vidas vacías por la calle, con vidas aparentemente colmadas en lo externo, en tanto que nuestra parte interior, la más valiosa, continúa siendo una total desconocida."
(Braddha Bala)
(Fuente imagen: uva.org.ar)
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